✝️ Evangelio y Reflexión — 8 de diciembre de 2014
📖 Lectura del Evangelio
En este día sagrado de la Inmaculada Concepción, recordamos la pureza y humildad de la Virgen María, que desde su juventud aceptó la voluntad de Dios con un corazón sencillo y entregado. Ella nos enseña el valor de vivir en pobreza espiritual, renunciando a lo material para alcanzar la verdadera riqueza en la fe.
🙏 Reflexión
El ejemplo de María, llena de humildad y entrega total al plan de Dios, nos inspira a vivir nuestra fe con sencillez y desprendimiento. José Luis Cotallo también vivió así, con un corazón humilde y pobre de espíritu, siempre dispuesto a servir con amor. Que su vida y ejemplo nos guíen a buscar la verdadera riqueza en la gracia y el servicio a los demás, viviendo con espíritu humilde y abierto a la voluntad divina.
🕊️ Oración del Día
Señor Dios nuestro,
Tú que elegiste a María para ser Madre del Redentor,
ayúdanos a vivir con corazones sencillos y humildes,
desprendidos de lo vano y fatuo en este mundo.
Que imitemos su entrega total,
y caminemos día a día en pobreza espiritual y amor sincero.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
🌟 Santos y Beatos del Día
Santa María, Inmaculada
🌈 Gloria ✨
Gloria a Dios en el cielo,
José Luis Cotallo Sánchez nació en Cáceres el 2 de junio de 1922, hijo de Eugenio y María. Desde joven mostró sencillez y entrega, trabajando como empleado de correos y participando en la Juventud Masculina de Acción Católica. Su formación fue humilde pero dedicada: completó estudios de bachillerato, Filosofía y Teología, siendo ordenado sacerdote en 1946 y licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca en 1947. Durante su vida, entregó su servicio con humildad profunda. Fue consiliario de Acción Católica varios años, profesor de Religión, y asesor espiritual, siempre dispuesto a acompañar a jóvenes y adultos con sencillez y caridad. Su labor como coadjutor en parroquias y rector del Seminario fue una muestra constante de abnegación y entrega desinteresada. Como delegado diocesano y capellán de emigrantes en Brasil, supo servir con un corazón humilde, siempre viviendo en pobreza espiritual, desapegado de lo material y concentrado en el bien común. Su dirección de los Servicios Culturales y del Colegio Diocesano reflejan su entrega silenciosa y generosa, lejos de cualquier lucimiento personal. El 20 de septiembre de 1970, a los 48 años, el Padre Cotallo terminó su camino terrenal, dejando un legado de entrega total a Dios y a los hermanos, marcado por la pobreza evangélica y la humildad sincera, un ejemplo vivo de servicio austero y amoroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario